Muchos lo desconocen, por eso dedico esta entrada a todos aquellos que quieran conocer de primera mano lo que realmente ocurrió hace 37 años en Sabiñánigo, Aragón.
Hablo sobre el caso de Inquinosa, una empresa que se asentó sobre el Río Gállego, en Sabiñánigo.
Esta empresa se dedicaba al uso del Lindano, un organoclorado, que se utilizó como insecticida para la agricultura, su función principal era eliminar plagas de piojos y parásitos en ganadería.
Actualmente está prohibida su fabricación y comercialización en Europa.
Ahora pasamos a la historia…
Nadie podía imaginar que lo que en su día parecía un golpe de suerte en Sabiñánigo, 37 años después iba a convertirse en un foco de contaminación.
La fábrica Inquinosa se instauró sobre la localidad aragonesa en 1975, su periodo fue breve, pero intenso. En 1989 la Consejería de Ordenación del Territorio Aragonés del Gobierno de Aragón, les ordenó el cese de la actividad. Lo que muchos no saben es que hasta 1994 siguió estando operativa, ya que seguían envasando productos recibidos de Francia, por lo que se suponía que durante esos 5 años se seguían realizando extrañas operaciones.
La peligrosidad de este material “altamente contaminante” pasaba desapercibido para la población, no solo del mundo, sino también de la comarca.
Durante todo ese tiempo se fueron almacenando los residuos en los vertederos de Bailín y Sardas, incluyendo vertidos incontrolados por la zona de Jaca y Puente la Reina, que todavía están sin localizar. Además, para colmo, se estima que hay un gran foco en la vieja fábrica donde Inquinosa tuvo su asentamiento y también en el famoso embalse de Sabiñánigo.
¿Qué es lo que hay realmente en los vertederos?
Se habla que en el vertedero de Bailín hay aproximadamente unas 150.000 toneladas y en el de Sardas 120.000. Sumándole también las que haya en la antigua fábrica, cerrada a cal y canto.
A causa de esto, han sido muchas las denuncias presentadas por agrupaciones vecinales y agrupaciones ecológicas que estaban en contra de Inquinosa. Denuncias que se han quedado en nada, nadie ha hecho nada, e ignoramos por completo lo peligroso que puede ser esto para el medio ambiente.
El Río Gállego se ha llevado la peor parte, ya que esta fábrica está situada en la orilla del río, por lo que los residuos que almacena son perjudiciales para el consumo de agua en el pueblo, incluyendo localidades colindantes.
Ante esta situación insostenible, se intentó llevar a cabo un proceso de descontaminación en 1990, pero el Gobierno de Aragón no quiso saber nada, solo mantuvo la orden de alejar los vertidos a otro punto, próximo al vertedero de Bailín, sin resolver el foco principal del problema, descontaminar el pueblo de Lindano.
La gente de allí ya es consciente de que tarde o temprano, a pesar de esa medida impuesta por el Gobierno de Aragón, seguirá generando los mismos problemas de antaño.
Hoy en día no hay solución, pero sí que hay un grave problema de contaminación, no parece importar mucho a las grandes esferas, tarde o temprano el medio ambiente y la salud de las personas se verán afectadas por el Lindano.
Y no será porque nadie lo avisó…